Escribir... Una forma de entretenerse como cualuier otra, ¿no te parece?

El reloj de cuco

He recibido el siguiente mail de una amiga:

Anoche salí con mis amigas a una "reunión". Yo le dije a mi marido que regresaría a casa a las 12 en punto.
-"Te lo prometo", le dije. Pero la "reunión" estuvo muy bien, copitas, bailecito, más copitas... y se me fue la hora. Resulta que llegué a casa alas 3 a.m. completamente borracha. Acababa de entrar y el joputa del
reloj cucú hizo 'cu-cu' tres veces. Al darme cuenta que mi marido se iba a despertar por ese sonido, grité '"CU-CU'" otras 9 veces más...
Me quedé tan orgullosa y satisfecha por haber tenido de pronto, aunque borracha, una idea tan buena para evitar pelea con mi marido... Me acosté de lo más tranquila pensando en lo
inteligente y lista que soy. Por la mañana, durante el desayuno, mi marido me preguntó a qué hora había llegado y le contesté que había llegado a las 12 en punto, tal y como le había prometido. Él, de momento, no dijo nada ni me pareció desconfiado. "Qué biennnnn! ¡SALVADAA!" -pensé yo. Entonces él me dijo: "Por cierto...debemos cambiar nuestro reloj cucú". Le pregunté temblorosa, "¿SÍIII? ¿Y por qué, mi amor?"
Y me dijo: "Bueno, anoche el reloj hizo 'cu-cu' tres veces... Luego, no sé cómo, gritó "¡¡mierda!!"... Después hizo 'cu-cu' cuatro veces más... Vomitó en el pasillo... Hizo 'cu-cu otras tres veces... Se partió de la risa, y otra vez hizo 'cu-cu'... Salió corriendo, pisó al gato, rompió la mesita de la esquina de la sala, se acostó a mi lado dando el último 'cu-cu', se tiró un pedo y se durmió..

¡¡Descomunal, sin duda!! Jajaja

One Response so far.

  1. mireias32 says:

    Bueno creo que todos hemos pasado por esa tremenda experiencia. Pero si a tu dosis de alcohol en sangre (cifra que de verla algún médico dudaría de que pudieras seguir con vida) le añades ese típico convencimiento de "yo no estoy borracha ni por el forro" te acabas encontrando a la tierna edad de veinte años de rodillas a las seis de la mañana frente a la cerradura de la puerta de casa de tus padres intentando parar al duende que no hace más que moverte la ranura en la que debes introducir la llave. Cuando por fin logras espantar al gnomo es demasiado tarde porque tu madre hace hora y media que se ha dado cuenta de tus esfuerzos por acceder en semejante estado al domicilio familiar y se ha dignado a abrirte la puerta, hecho con el que tu no contabas cuando habías apoyado todo el peso de tu cuerpo sobre ella mientras ahuyentabas al duende teniendo esto como resultado que tu cuerpo serrano de 1'70cm acaba desparramado por la carísima alfombra del pasillo de casa cuyo olor empieza a producirte una náuseas incontrolables.... El resto ya sabes cómo va:)))