Escribir... Una forma de entretenerse como cualuier otra, ¿no te parece?

¡Cumpleaños Feliz!



Hace exactamente un año a esta misma hora Adrià llegaba al mundo y esa fue la primera imagen que su padre y yo tuvimos de él. Con su nacimiento pusimos fin a muchas cosas (fiestas desmadradas, viajes inesperados, largas siestas hasta las nueve de la noche...) Sin embargo ahora mismo somos auténticos expertos en:
1. Cambiar pañales
2. Lavar tetinas y biberones
3. Golpear la espalda para lograr el ansiado eructo
4. Coger a tiempo una toalla para que el vómito no ensucie el sofá
5. Colocar los libros en la estantería para mantener el papel a salvo de la dentadura del enano
6. Poner los muebles de forma estratégica para que no pueda trepar por ellos
7. Quitar las pilas del mando a distancia de la tele para que no nos someta a escuchar los dibujos animados por encima de los cuatro mil decibelios...

A lo largo de los últimos doce meses hemos visto cómo lograba su primera sonrisa consciente (que por supuesto me la hizo a mí que para eso soy su madre y la que tuvo que sufrir para sacarlo), cómo se convertía en el socio número 132.397 del FC. Barcelona (su padre y yo lo subimos hasta el Camp Nou uno de los días que más frío ha hecho en los últimos trescientos mil años). También vivimos su primer día de guardería con tan solo tres meses (lo siento pero yo no podía estar más tiempo en casa tocándome el aquello). Con la guardería llegó su primer resfriado, las primeras noches de tos hasta el amanecer, los interminables jarabes y supositorios...
Luego llegaron las papillas saladas, las dulces, las pedorretas con la boca llena de esa sustancia que tardas cuatro duchas y media en sacártela del pelo. Las primeras palabras ("atatita" y "mamá" como no podía ser de otro modo). Su primer corte de pelo (bueno más que corte fue un afeitado en toda regla. Cuando salíamos a la calle parecíamos de una secta los tres con una ligera pelusilla), sus primeros dientes (las noches enteras sin dormir poniéndole calmante en las encías), el primer baño en la piscina (decomunal, sin duda), el día que se arrancó a gatear y comprendimos que NO tendríamos ni un solo minuto de tranquilidad en casa hasta dentro de 20 años. La cosa empeoró bastante el día que se puso de pie y empezó a dar sus primeros pasos. Ahora mismo camina rollo E.T pero ¡¡coño qué rapidez tiene para hacer maldades!!
Como vereis, estos 365 días han sido agotadores pero, sin lugar a dudas, volvería a pasar por todos y cada uno de ellos.
¡¡Per molts, anys. Adrià!!

4 Responses so far.

  1. En resumen: es un niño normal. ¡Enhorabuena y mucha paciencia!

  2. mireias32 says:

    Afortunadamente tenemos un niño normal, sí. Ahora bien, hay días en los que la paciencia ya nos escasea un poco. Tendremos que salir a comprar:)

  3. Felicidades retardadas, mireias! (Para los dos). Hace unos días que no me pasaba por aquí: Bonito relato. Es tan hermoso sentir lo que tú sientes.
    Yo escribí un post el 7 de marzo de este año, claro, cuando mi muchachote de 19 años cumplía su aniversario. Puedes, podéis, alicia liddell también, ver su fotografía... Si tenéis ganas... Que el tiempo, escasea, ¡qué os lo digan a vosotras! ¿verdad? Yo, idem.

    Un besote para tu Adrià ¿El revoltillo que te echó los mandos al WC? Hace por dos!! Otro para tí. Beso, digo.

  4. mireias32 says:

    ¡¡Muchas gracias!! Acabo de ver la foto de tu hijo en el blog. La verdad es que a las madres se nos cae la baba con las criaturas... ¿Por qué será?