Escribir... Una forma de entretenerse como cualuier otra, ¿no te parece?

Mi musa

Stephen King decía aquello de "todos los escritores tenemos una musa, en mi caso un muso". Esta mañana me he desayunado escribiendo el siguiente texto:

Buscar a las musa o bajar al puto infierno

¿Cómo es mi musa. Cómo la imagino? Bueno cómo la imagino no importa ahora lo importante es ser consciente de que esa señora existe. Tengo que ponerme a su disposición y concederle todos los caprichos para que a cambio ella me abra su caja mágica y me permita crear un bonito mundo literario con el que me pueda ganar la vida. A mi musa creo que le gusta el café, aunque en el fondo es una viciosa y disfrutaría muchísimo con el alcohol pero ella sabe perfectamente que bajo los efectos de ese tipo de sustancias no está al 100% y ella, si no está a ese nivel prefiere no personarse. También es amante de las drogas pero le sucede lo mismo que con la bebida. Tampoco es ella. Así es que habrá que alimentarla a base de café y de productos lo más sanos posibles aunque de vez en cuando le conceda algún capricho de estos.

Mi musa vive en un loft precioso y lleno de luz. La estética del lugar es de aquellas que siempre he soñado para mi propia vida y, sin embargo es ella la que disfruta de los placeres que desearía para mí. La decoración Zen de la estancia invita a perderse en cualquiera de las facetas artísticas que una cree que tiene. En este caso podría pasar media vida en su casa sólo leyendo o aporreando el teclado sin sentido alguno tal y como lo estoy haciendo en este momento. Esta importante mujer no tiene rostro. No soy capaz de asignarle ninguno. Sólo sé que es morena y de cuerpo espectacular. Con eso tengo suficiente. También sé que es inteligente, juguetona, contradictoria, inquieta y corrosiva. En ciertos aspectos, se parece mucho a mí excepto por lo del cuerpo espectacular. No es el caso. Ahora mismo está estirada en el impresionante sillón negro de la sala. Fuma y me observa con esa sonrisa irónica que tanto me molesta. Sabe que estoy buscando una idea, un tema, un punto de partida y disfruta haciéndome sufrir. Extiende el brazo y abre la palma de la mano. Un destello sale de su interior. Soy consciente de que ahí se encuentra la idea que necesito para otra nueva historia. Camino con lentitud hacia ella pero lee cuáles son mis intenciones y cierra la mano. Su mirada me está retando. Tendré que sufrir bastante más si quiero alcanzar la gloria que me tiene reservada. Bueno querida, si quieres que lo pase mal no hay problema. Estoy dispuesta a todo así es que ya podemos empezar con la tortura que me tengas reservada para esta ocasión.


Conclusión: Mi musa es una zorra y se va a dedicar a putarme.