Escribir... Una forma de entretenerse como cualuier otra, ¿no te parece?

Los pueblos de España

Las 16'45: Llamada rutinaria a Yentl

- Madre, ¿cómo estás?- (No es que le hable de usted a la que me dio la vida pero sí que utilizo esta expresión con ella en ocasiones)
- Muy bien, muy bien. Estoy tomando café en casa con unos chicos. ¿Querías algo?-
- No, no. Nada. Sólo saber cómo estabas- respondo con el mismo tono de voz que cuando Elliot encontró a ET en el garaje de su casa- Si estás bien nada. Ya hablaremos mañana. Besos!

Cuelgo el teléfono al mismo tiempo que pienso qué coño está haciendo mi madre "tomando café con unos chicos". No es que sea de esas que piensan que una jubilada de 73 años no pueda tener vida propia y hasta affaires de todo tipo. Simplemente me sorprende la utilización del término "unos chicos", palabras que resuenan en mi mente más a secta suicida que a la de un grupo de personas con las que mi madre se relaciona de forma habitual. De todos modos, como la preocupación no forma parte de mi carácter, después de unos segundos me he olvidado por completo del tema y doy por supuesto que Yentl está en perfecto estado.

18'30. Suena mi movil. Señora madre al aparato

- ¡Hija me acabo de comprar una enciclopedia que además viene acompañada con una colección de Cd's para conocer los pueblos de España. Sólo comprando esto me regalan una batería de cocina, una asadora de vitrocerámica y, ahora viene lo bueno... ¡¡Un sillón de masajes!!. Antes es que no podía hablar porque estaba tomando café con esos chicos que me han vendido estos libros interesantísimos y que vas a heredar, claro-
- Madre. Las enciclopedias YA no se usan. Hay una cosa que se llama Google que sirve para todo. Además, ¿para qué cojones quieres una colección de DVD's sobre los pueblos de España? ¿Has visto alguna reposición del programa de Labordeta y vas a recorrer el país con la mochila en la espalda?. Eso sí.. El sillón de masajes diles que me lo traigan a casa. ¡Me hace ilusión!- digo al tiempo que sonrio entusiasmada y doy saltitos.
- ¡Ni hablar!. El sillón ese es lo que más quiero de todo esto. Pero estate tranquila que la enciclopedia y los "devedés" serán para ti- Vuelvo a pensar que para qué cojones quiero yo esos libros pero, a estas alturas de la conversación sé que no tengo nada que hacer ante la tozudez característica de mi madre.
- Bueno. Mañana ya nos veremos y te lo cuento todo.
- De acuerdo. Hasta mañ...- Ni tiempo me da de contestar. Si no fuera la madre que me parió sería capaz de afirmar que está a punto de bajarle la regla de la emoción que le produce la sola idea de tener un sillón de masajes en el inmeso salón de casa.

20'15. Llego a casa y le explico a mi marido la última aventura de doña Yentl. Para aquellos que no conozcais al señor que comparte vida conmigo os diré que es la versión catalana del Doctor House. Todo ternura.
- ¿Que tu madre dices que ha hecho qué?-
- Comprarse una enciclopedia con la que le regalan...- Le enumero uno por uno los fantásticos regalos que le han prometido con la compra de la absurda colección.
- ¿Y cuánto dice que va a pagar por eso?- Adoro ese momento tan catalán
- Chico ni idea. No se lo he preguntado-
- ¡¡La están timando!!- Grita y brama al mismo tiempo que yo descuelgo el teléfono para hablar con mi progenitora.
- Mamá. Vuélveme a explicar lo de la enciclopedia- Mientras pronuncio estas palabras espero que mi progenitora no empiece a pensar que he tomado algún tipo de droga que me impida recordar algo que ya me ha contado tres veces (Es cierto. Solo me ha llamado una vez pero se repite tanto cuando habla que cualquier historia narrada por ella se puede convertir en una mini serie de televisión de cinco capítulos). Yentl vuelve a la carga con toda la historia de nuevo al mismo tiempo que yo me esfuerzo en repetirle a mi marido la conversación palabra por palabra.
- ¡Que no firme nada! ¡Que no firme nada!- brama él con divertidos aspavientos
- Madre que dice Emilio que no firmes nada-
- ¡Pero si ya he firmado un contrato!- confiesa ella entre risas
- Emilio que dice mi madre que ya ha firmado un contrato-
- ¡Es un timo, es un timo!- vuelve a repetir él

En un momento de lucidez de los que suelo tener bastante pocos suelto el auricular del teléfono y se lo doy a mi marido para que se apañe con mi madre. Me siento cómodamente en el sofá y observo la escena...

- A ver. ¿Qué ha hecho?- Dios mío no podré soportar una nueva explicación de los hechos pero Yentl que tiene más paciencia que un santo le cuenta al ser que vive conmigo toda la película otra vez.
- ¿Y qué le van a cobrar por eso?- pregunta él con ese adorable tono sibilino que emplea cada vez que hace referencia a la pasta- ¿Queeeeee? ¿Cuántooooo?- Ahora la que se sobresalta son yo. - ¿Dos mil euros?- Cojones dos mil pavos por los pueblos de España que nos importan tres puñetas porque al 85% de ellos no pensamos ir NUNCA
- Mañana a primera hora se va usted a la oficina del consumidor y les enseña el papel que le han hecho firmar para que la asesoren porque seguro que eso es un timo. Después se va al banco y les dice que no le carguen en cuenta ni un sólo recibo de esa empresa-
- Pero si me regalan una batería de cocina, una parrilla de vitrocerámica y un sillón de masajes. Es una empresa seria- Logra responder mi madre medio aturdida ante la energía de su yerno.
- Le están dando una mierda- Ahí está. Esa es la diplomacia de mi marido. - Le regalan una bateria roñosa que no vale más de 40 euros. Además, ¿cuántas baterías tiene en casa?. La parrilla esa no vale más de 100 euros y el sofá me juego lo que quiera a que no cuesta más de 300 euros. ¿Le regalan cosas por valor de 440 euros y le cobran dos mil por unos libros de mierda que no sirven para nada?. ¡Eso es el timo de la estampita!-
- Que no que no. Que los chicos eran muy simpáticos y es una empresa muy seria que tiene sede en... - Silencio de Yentl durante varios segundos. - Bueno ahora no recuerdo dónde pero me lo han dicho. Además ahora no puedo decir que no porque igual me demandan porque ya he firmado el contrato- (Yo ya hace diez minutos que me estoy muriendo de risa en el sofá ante la conversación que se está produciendo. Me entenderiais mejor si conocieseis a estos dos personajes).
- No la van a demandar. En cualquier situación tiene 15 días para devolver un producto o para decir que no lo quiere. Hágame caso. -

Los dos siguen enzarzados un rato con la misma conversación hasta que al final mi santa madre accede a las sugerencias de mi marido.

Hoy martes a las 10'45 Yentl aparece en el café en el almuerzo.

- Calla, calla. Qué disgusto. Vengo de la Oficina de Atención al Consumidor. Aún tengo los pelos de punta- La miro a la cara y está muy pálida.
- ¿Qué ha pasado?-
- Nada que he ido allí, les he explicado lo que me había pasado, me han hecho rellenar unos impresos y me han dicho que ellos tramitarán la anulación y que no me preocupe por nada-
- Entonces, ¿por qué te has disgustado?-
- Pues porque la chica esta tan amable que me ha atendido me ha dicho que cómo se me ocurre abrir la puerta a nadie y mucho menos dar mi número de cuenta bancaria a unos desconocidos. Que hay una secta que entra en tu casa, te tira un spray que te duerme y te vacían el piso sin que te des cuenta. Mientras me lo explicaba me he sentido como una tonta porque ahora he caido en la cuenta de que me pidieron que les preparase café y yo los dejé solos en el piso para ir a la cocina. ¡Dios mío lo que podría haberme pasado!- Observo cierto terror en el rostro materno.
- Tranquila. No ha pasado nada y otra lección que te has aprendido. No abrir la puerta a nadie.- Después de decir esto he caido en la cuenta de que podría haberme metido la lengua en el culo antes que soltar una frase tan poco reconfortante como esta pero ya era tarde.
- Sí, sí es cierto. Pero no sé qué me pasó. Tú sabes perfectamente que jamás le abro la puerta a nadie pero con estos chicos es como si me hubiesen drogado. - A lo mejor lo hicieron realmente y no te acuerdas de nada, acierto a pensar yo pero ni se me ocurre abrir la boca en esta ocasión. - Sí que es verdad eso de muriendo y aprendiendo- afirma Yentl casi al borde del llanto.
- No pasa nada. Ahora ya está. Solo tienes que controlar que no te carguen ninguna cuota en la cuenta bancaria y listos. No lo pienses más, ¿vale?-
- Eso es lo que voy a hacer. ¿Te puedo pedir una cosa?-
- Claro. Lo que quieras- Sonrío totalmente convencida de que lo peor ya ha pasado.
- Como el día de Nochebuena es mi cumpleaños, ¿me regalarás un sillón de masajes?-

3 Responses so far.

  1. mireias32 says:

    Sin duda esa frase es un sacrilegio. Pero me refería a que en la era de la comunicación e internet algunos/varios/muchos usamos las ediciones digitales de esas enciclopedias no el papel... De todos modos estoy de acuerdo con esa corrección:)

  2. Anónimo says:

    me encanta de vez en cuando meterme aki y hoy he encontrado pie para hacerlo.
    es verdad que el libro en papel no deberia morir nunca, es mas me parece muy necesario para aquellos que no saben nada de pc's, pero evidentemente internet es la biblia de la informacion y la comunicacion. Cada dia veremos como mas normal el desuso de los grandes tomos de consulta, en pro del espacio, tan escaso en esos pisitos que hacen, y del progreso.

  3. Hola,
    Te he metido en un brete: Un Meme que me han enviado. Está en mi post de hoy sábado.
    Es el primero que hago, realmente no sé qué clase de juego es, la moda, dicen.
    Si no lo haces, tan felices, es que tenía que poner tres nombres. Tú no podías faltar. Pero no te apures que no pasa nada si no lo haces.(Incluso lo entiendo)
    Perdona que te deje el aviso sin habeme leído el post. Mañana lo leo. Quería avisarte.
    Un beso, guapa.

    Puri