Escribir... Una forma de entretenerse como cualuier otra, ¿no te parece?

"Atatita"


Pues sí señoras y señores. Mi hijo Adrià que hoy cumple nueve meses ha pronunciado su primera palabra. A pesar de los esfuerzos de su padre porque su iniciación en el habla fuera con el vocablo "taxidermista", palabro con el que lleva torturando a la critatura desde que tenía cuatro meses..... A pesar de los esfuerzos de su madre, es decir, una servidora de que entrara ya triunfando en la era del capitalismo salvaje y la globalización con el concepto "Visa Oro", palabro que le repito desde el mismo día que supe que estaba embarazada.....
¡Noooooooooo! El señor Adrià se ha estrenado en el apasionante mundo del lenguaje con esa gran palabra que es "Atatita". Y, ¿qué cojones quiere decir eso? Ah amigos... He aqui el quid de la cuestión.
Eran las ocho y cuarto de la mañana. Ese mágico momento del día en el que la gente normal toma su primer ( o tal vez segundo café)pero que yo paso sentada en el sofá del salón observando cómo una criatura engulle en menos de cinco minutos los 240 ml del biberón de la mañana mientras que lanza divertidas miradas a la televisión donde aparece un perro azul que quiere ser un niño que va al colegio (En otro post abordaré esta serie de dibujos animados que me tiene fascinada).
Pues bien allí que estaba yo tratando de hacer eructar a la criatura cuando dijo: "Atatita". La verdad es que no le hice mucho caso porque lleva dos meses de este palo. Que si "atapu", que si "apuyé", que ahora digo "patata" ( o por lo menos así suena). Total que seguí con lo mío. A los pocos minutos la cosa se repitió: "atatita". Pero esta vez el tono empleado por la criatura ya no era de "mira qué majo soy sé decir una palabra", sino de "tía deja de ver los dibujos como si tuvieras cuatro años y hazme caso". Lo miré, le sonreí, me devolvió la sonrisa y gritó: "atatita".
Mi anaciana mente reaccíonó. No podía ser casual la repetición de la misma palabra tantas veces seguida. Así es que me decidí a hacerle caso.
- Adrià fill. ¿Qué es "atatita"?.- La criatura me miró extrañada pero pude adivinar la respuesta en sus ojos.
- ¡Gilipollas! Si fuera capaz de pronunciar bien el nombre de lo que quiero no estaría diciendo "atatita" como un capullo-
Ciertamente. Mi pregunta estaba completamente fuera de lugar. Así es que me levanté del sofá e intenté llevar mi vista hacia el mismo sitio que él miraba. "¡¡Atatita, atatita!!" dijo el enano ya muy muy muy mosqueado.
Con toda la rapidez de la que fui capaz lo senté en la silla y empecé a buscar entre sus juguetes en un intento heróico de dar con la atatita en cuestión porque faltaban escasos segundos para que se mascara la tragedia y Adrià empezara a llorar.
Puedo jurar que hasta ese momento no fui consciente de la cantidad de porquerías que mi hijo tiene en el Parque. Sacamos las llaves, la abeja que suena, la cabeza de Homer Simpson, la pelota que habla si aprietas sobre la cara del conejo, la pelota de tela... ¡Jesús!!! ¿Cómo se puede mover el niño en esa selva? No me extraña que con nueve meses no gatee y que trepe. Es lo único que puede hacer entre tanta cosa.
- ¡¡Ataaaaaattttiiiiiiiiitaaaaaaaaaaaa....atatittttttaaaaaaaaaaaa!!-
- Por Dios Adrià qué es atatita. Dónde está atatita. A ver.... ¿quieres que te de al señor jirafa (nombre del sonajero de la criatura)? ¡Mira qué chuli el Señor Jiraja qué ruido hace!!

No puedo describir la cara de felicidad que se le puso a la criatura. Alargó una mano, cogió el sonajero y se lo metió en la boca. Hay que aclarar que mi hijo no tiene la boca como un buzón de correos. Es que el Señor Jirafa tiene patas y orejas y eso es lo que la criatura mastica mientras que espera que le salgan los dientes.
Ahí estaba yo sudada, agotada, destrozada a las 8'45 de la mañana cuando el enano se sacó el sonajero de la boca, lo miró y dijo "atatita". Después de mi profunda y honda satisfacción materna 1. Por haber sido capaz de entender a la criatura y 2. Por el hecho de que mi hijo ya asocia una palabra a un objeto.. me empecé a plantear por qué si la palabra es "Sonajero" o en su defecto "Señor Jirafa" la cosa había derivado en "atatita".
Mientras Adrià veia los dibujos y yo me vestía para ir a trabajar apareció por casa la abuela de la criatura,es decir, mi madre. Se puso justo delante del niño y empezó a achucharlo.
- ¡¡Adrià qué guapo te han puesto para ir al coleeeeeeeee!!! ¿Te llevas la jirafita a la calle?-
¡¡Por fin una explicación lógica!! "Atatita" no viene de marte como llegué a pensar mientras me esforzaba por no hacer llorar a la criatura sino de "jirafita". Todo tenía sentido, para gran alivio mi mente que ya imaginaba todo tipo de problemas de percepción en la criatura.
Han pasado varios días desde aquello y hemos hecho grandes progresos. Ahora hemos pasado de la sonrisa cuando Adrià deja caer al Señor Jirafa al suelo mientra grita "Ataaaatiiitaaaaaaaaaa" a este otro gran vocablo que es "tota", palabra que te dice con enfado cuando después de quinientas veces de haber recogido al pobre Señor Jirafa del suelo no se lo vuelves a dar. Por fortuna tengo muy claro qué es "tota" y dónde lo ha aprendido...

2 Responses so far.

  1. Cuando nació mi hija pequeña decidí hacer de una agenda una especie de diario.

    La mayor tenía 4 años y me preguntaba cuándo empezó a andar, cuando empezó a hablar ... y yo no me acordaba. Me sentí como una mala madre por no tener presentes esos hitos de su evolución.

    Así que con la pequeña me dije, esto no va a pasar.

    Claro que los primeros meses son un poco aburridos. Pero siempre se puede apuntar la primera sonrisa, el primer balbuceo, cuando te pega el primer tirón de pelo ...

  2. mireias32 says:

    Bueno yo lo tengo anotado todo desde el día en que supe que estaba embarazada. Como, casi con toda seguridad no tendré más hijos, quiero tener por escrito todos los detalles para poder recordarlos siempre que quiera:)