Escribir... Una forma de entretenerse como cualuier otra, ¿no te parece?

El cutre de la empresa


Manolo era ese hombre servicial, abnegado, siempre dispuesto a sacrificar el tiempo de estar con su familia para sacar la empresa adelante. Era ese hombre que oficialmente trabajaba de 8 a 3 pero que, extraoficialmente veia convertido su horario laboral en una rutina que se prolongaba hasta pasadas las ocho de la tarde. Era un tipo amable y con el que los clientes estaban encantados. Siempre tenía una sonrisa en la boca y las palabras adecuadas para convencer a los indecisos sobre la importancia de adquirir el producto que la empresa le obligaba a vender.
Una tarde Manolo estaba en su despacho cuando el ordenador empezó a emitir sonidos extraños. Como no era la primera vez que pasaba y, a pesar de haberlo notificado al departamento de informática nadie había ido a revisar el problema que tenía con el ventilador del pc, hizo lo de cada día: Metió un clip metálico por la rendija del ordenador e intentó presionar sobre las aspas del ventilador en cuestión. Su pulso debió fallar porque el pobre Manolo recibió una soberana descarga, cosa vulgarmente conocida como calambrazo. Después de varios segundos, como el ordenador seguía emitiendo aquel sonido y tenía en la pantalla un presupuesto importantísimo que iba a otorgar unos beneficios a la empresa de cientos de miles de euros volvió a la carga pero esta vez lo hizo con la aguja de la corbata. El calambrazo fue descomunal. Tanto que la mano del pobre Manolo quedó totalmente ennegrecida.
El servicio de urgencias del hospital se ocupó de la mano de este hombre al tiempo que le recomendó que visitar a su médico de cabecera porque iba a necesitar una baja laboral para, al menos, un par de semanas. Manolo, siempre obediente, hizo lo que le aconsejaron. Cuando tuvo todos los papeles los presentó en el departamento de recursos humanos.
Pasados dos días recibió una llamada del Director de Zona. Manolo se emocionó al pensar que la empresa se preocupaba por él.
- ¿Qué te pasa que hace dos días que no vas a la oficina¿?
- Pues que me quemé la mano la otra tarde mientras trabajaba porque me dio un calambrazo el ordenador
- ¿Un calambrazo? ¿Pero qué hiciste?
- Metí un clip en ese ventilador que ya sabes que está estropeado desde hace semanas porque tenía que acabar aquel informe de Pernkings& Lars que te corría tanta prisa.
- Pero hombre, ¿cómo se te ocurre?
- Mira no venía nadie a arreglaro y el tema corría prisa... y el sistema siempre había funcionado... ¿Qué quieres que te diga? No lo pensé. De todos modos lo tendré en cuenta para cuando regrese dentro de un par de semanas...
- Pues por eso te llamaba Manolo. La empresa no entiende por qué no vienes a trabajar. Por qué has presentado una baja.
- ¡¡Sebastián!! He presentado la baja laboral porque me la ha dado un médico después de quemarme la mano mientras que terminaba un informe para la empresa.
- Ya Manolo, ya. Pero tu horario de trabajo es de ocho a tres y después de esa hora lo que te suceda no se puede considerar como accidente laboral.
- ¿Estás de broma? Hago lo mismo que el resto de empleados a esas horas. Intentar cumplir con los objetivos que nos marcais y que sabeis que son imposibles de lograr en horario de mañana. Trabajo y me esfuerzo para que los números salgan y tener a todo el mundo contento.
- Si lo que os exigimos requiriera otro horario ya os lo habríamos cambiado. Así entre tú y yo... Si tienes un lío de esos en un chat o te gusta el porno y lo ves desde el despacho porque no quieres que tu mujer se entere, no tienes más que decirlo.
- Pero... pero...
- Sí hombre sí. No te preocupes. Si estás en el despacho por la tarde porque eres otro de esos enganchados a internet lo dices y solo te sancionarán de empleo y sueldo un par de semanas. Después vuelta a la normalidad.
- Yo... esto... ¡Estaba trabajando. Terminando ese informe!
-Bien Manolo bien... Como quieras...
Son las diez de la mañana. Un correo de la mensajería interna aparece en la pantalla. Manolo ya no trabaja en la empresa. Ese hombre entregado a la profesión ha pasado al recuerdo de muchos como ese cutre que se quedaba por las tardes para chatear desde el despacho por no pagarse la adsl de casa...